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La pregunta guía en oratoria

Gran parte de los oradores, en sus comienzos, no sólo deben superar el temor a hablar en público, también deben enfrentarse con la posibilidad de las preguntas que pudiera hacer ese auditorio.

No hay mejor termómetro que la participación del público, por ello no debemos preocuparnos por las preguntas que pudieran surgir de nuestra exposición, más bien debemos alarmarnos si no las hay.

La ausencia de interacción es como presentar un menú y que el comensal no nos diga “ni rico ni desagradable ni muchas gracias”.

Sucede que, dicha situación desenmascara a quienes hablan sin saber. Si uno está seguro de lo que expresa (por estudio o experiencia) y a su vez transmite esa confianza, no pierde la autoridad ni al decir “puede que esté equivocado, pero esta es mi visión actual”.

Sin embargo, para quienes se encuentran dando sus primeros pasos en oratoria, existe una pregunta que guía el discurso, descubre opiniones particulares del auditorio e incluso se ahorra preguntas a mitad o final de exposición.

PREGUNTASYORATORIALa pregunta es tan simple como comenzar a hablar, preguntando “¿qué piensan o conocen de tal tema?”. A partir de las respuestas sabrás quiénes tienen un concepto formado y quienes nunca han tratado la cuestión. Al que conoce lo podrás actualizar, o bien compartir tu perspectiva y al que desconoce el tema podrás arrojar luz.

He aquí el truco, si arrancas de esta forma tu oratoria, promueves el debate y participación de tu público en los primeros minutos (e incluso media hora), por lo que posterior a ello, querrán escucharte lo que resta del tiempo sin interrupciones.

El discurso enlatado ya no sirve, si no respondes a las expectativas de tu espectador al que puedes conocer en la presentación de tu ponencia.

Lic. Guadalupe Ortellado.-

 

La estrategia más utilizada en oratoria

Emplear frases motivacionales o apelar a citas de autoridad es una técnica siempre vigente en la oratoria, pero hay otra estrategia aún más utilizada en la actualidad y es el storytelling, cuya traducción refiere a la “narración de historias”.

El propósito descriptivo de esta narración se vincula implícitamente con el entretenimiento, lo cual incluye desde relatos inventados, cuentos clásicos y hasta testimonios de vida.

Bajo la finalidad de cautivar la curiosidad del público, las anécdotas y experiencias personales se tornan argumento en la oratoria de los detalles y pormenores.

Siendo el storytelling de alto impacto en el público, su abuso a veces termina distrayendo o desviando la atención hacia cuestiones irrelevantes. Por supuesto, que un buen uso de esta estrategia derivará en una oratoria atractiva e incluso en un vendedor eficaz. 

storytellingenoratoriaUsada hasta el hartazgo en política, el storytelling va de lo particular a lo general, empleando así una construcción inductiva. Esto sucede, cuando para comentar una obra realizada en un barrio se alude a una historia de vida puntual. Para decir que, se inauguró un centro-comedor vecinal, se menciona a “Rosa que en el patio de su casa, afrontando cualquier inclemencia climática, servía leche a los niños de su barrio y que ahora gracias a tal gestión podrá hacerlo bajo techo en una instalación apropiada”.

De igual modo, la publicidad y el marketing empezaron a contarnos historias particulares para su proceso de venta. Con nombre y rostro, la mayoría son narraciones ficticias o construidas con el afán de que el público adopte a los personajes o se identifique con ellos y adquiera el producto o servicio. 

A través del relato de situaciones cotidianas, nos venden desde caldo hasta cerveza.

No es mi intención valorar positiva o negativamente a esta estrategia, ya que si hace atractivo al discurso, bienvenido sea. Sin embargo, por más recurrente que sea el storytelling, para no caer en su abuso o en la manipulación, siempre es sano, prudente y equilibrado servirse de otros argumentos y técnicas en la oratoria.

Lic. Guadalupe Ortellado.-