Cómo convertirte en una buena noticia

¿Quién no quiere ser parte de una buena noticia? ¿Quién no desea darla a conocer y/o recibirla? Si bien estamos saturados por malas nuevas, en lo cotidiano cuando nos enteramos de un aumento de sueldo, casamiento, viaje, premio, embarazo, casa nueva, queremos al menos ser invitados.

Más allá de remitirnos a hechos o situaciones, valga este artículo para repensar la figura de un jefe o una empresa/institución desde el punto de vista motivacional (para empleados y clientes) e incluso periodístico.

DESDE UNA PERSPECTIVA MOTIVACIONALmotivacion

Convertirte en una buena noticia es trabajar por los recursos humanos, para que éstos no sólo alcancen mejores salarios, sino también para que a través de capacitaciones y entrenamiento adquieran un crecimiento profesional, lo que mejoraría el rendimiento de los mismos y en consecuencia la productividad de la empresa.

Podríamos pensar también en “el afuera”, cual vidriera o escaparate, ya que al percibir tal fortalecimiento interno y crecimiento de los empleados, habrá más de uno/a que quiera presentar su currículo para trabajar en nuestra empresa.

DESDE UNA PERSPECTIVA PERIODÍSTICA O NOTICIABLE

Vemos con frecuencia que lo malo siempre sale en primera plana, sin embargo si uno reflexiona “lo bueno” al escasear puede resultar tan novedoso y atractivo que sea motivo de tapa.primicia

Más allá de eso, si eres una buena noticia, te aseguro que en algún momento de la semana, tu negocio o institución será objeto periodístico, en algún espacio gráfico, digital, radial o televisivo.

La conjunción de estas perspectivas no sólo atraerá nuevos públicos, sino que también fidelizará a los clientes habituales, fortaleciendo la relación con la marca, firma, figura pública o institución.

SUGERENCIAS PARA CONVERTIRTE EN BUENA NOTICIA

Según la ley de atracción, lo que uno es o da, tarde o temprano regresa. Tan sencillo como eso es que, para convertirte en una buena noticia sólo se necesita: un poco de sentido común, buen humor y un perfil de líder entusiasta.

Para dicha fórmula, no está de más retomar las cuatro palabras básicas de los buenos modales: gracias, perdón, por favor y permiso.

Si eras un jefe gruñón y aislado en una oficina, es hora de que empieces a involucrarte con los empleados desde el carácter de un líder que:

  • Aplaude los éxitos personales.lider
  • Reconoce el esfuerzo individual y grupal.
  • Alienta a quienes ve caídos.
  • Pide disculpas si comete errores, acepta la imperfección humana.
  • Sin exhortar autoritariamente, señala el camino que todos deben seguir y lo transita.
  • Los informes o resultados que pide a los otros, los trabaja a la par.
  • Sugiere cambios e incluso facilita los medios para que todos puedan progresar económica, personal y profesionalmente.

En cuanto a la prensa, para ser una buena noticia te sugiero además, lo siguiente:

  • Respeta sus tiempos. Si conciertas una cita o realizas un evento, cumple en puntualidad. No eres la única noticia que pasa en el mundo. De igual forma, si recurren a tu empresa de manera espontánea, atiéndelos siempre y si deben esperar que no pasen los 10 minutos. El “vuelvan más tarde” no da resultado; el 90% no regresa.
  • Facilita diversas fuentes y/o voceros de acuerdo al grado de participación que tengan con cada proyecto. Proporciona la información que puedas y en los formatos que sean posibles (audio, fotos, videos, gráficos, ilustraciones, infografías, presentaciones en power-point, etc.).
  • Recuerda a su vez que, cada medio es diferente y quiere distinguirse del otro, especialmente con primicias y exclusivas. Por ello, al distribuir el material, planifica qué datos pueden salir esta semana y cuáles la otra; qué tipo de información darás a una radio, portal, diario o canal. En simples palabras, búscale diversas aristas a tu nota o discurso y prepara un título diferente para encarar cada entrevista.
  • No exijas ni mayor frecuencia ni mayor espacio. “Hazte merecedor” de más líneas, minutos al aire o páginas. No eres la única noticia que pasa en el mundo.entrevista
  • No intentes manipular o controlar cómo deberían escribir o hablar los periodistas. Ellos no le dicen a usted cómo debería hacer su trabajo. En cambio, puedes siempre destacar los ejes más importantes o palabras claves de tu discurso, pensamiento o acción: no así el cómo debe ser redactado cada párrafo.
  • Se agradecido por el espacio y el tiempo que te brindan, pero hazlo saber ya sea de manera verbal o con algún gesto. Toma nota de los días festivos y ten la cordialidad de enviar una tarjeta de salutación y/o presente por el día del periodista, locutor, camarógrafo, navidad, año nuevo; incluso puedes agendar las fechas de cumpleaños.
  • Si precisas de una visita guiada o recorrida de instalaciones, fíjate si cuentan con los medios necesarios para realizar el trabajo de cobertura periodística. De necesitar su traslado o desplazamiento, posibilítales un vehículo y/o vales de combustible.
  • Involúcrate y colabora en sus luchas, actos, reuniones, eventos, congresos.
  • Genera espacios de interacción interinstitucional. Promueve encuentros recreativos entre tus empleados y la prensa (torneos, campeonatos, concursos, exposiciones, tanto para hombres como mujeres).-

Y ahora la pregunta de reflexión: ¿Eres el líder que todos quieren de jefe?. ¿Cómo es tu trato con la prensa?.

Lic. Guadalupe Ortellado.-

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